Hoy decidí que ya era mi último día en Santiago porque tenía que continuar viaje algún día y tenía que ver Villa Grimadi (el centro de tortura de la DINA, policia de Pinochet). Hoy no había tours guiados, pero no obstante fuí para alla con las dos amigas noruegas que estan estudiando historia sudamericana.
Al llegar a Villa Grimaldi, nuevo choque entre el imaginario creado y la realidad. No existe tal villa porque fue destruida por los militares totalmente para no dejar rastro, y lo que hay es un parque con alguna explicación y alguna reconstrucción. Primero dimos una vuelta leyendo las inscripciones y curioseando y preguntando al guarda, pero cuando nos ibamos apareció un grupo de americanos con un guía. Nos unimos al grupo y fuimos escuchando las explicaciones. El que lo enseñaba había sido torturado, no allí, sino en otro centro, durante 46 días. Pertenecía al MIR (movimiento de Izquierda revolucionario), que según decía fue el grupo más perseguipo por Pinochet por su capacidad de organizarse, sus contactos y su posibilidad de respuesta. Allí explicaban cómo estaban hacinados los presos, cómo les torturaban, cçomo les hacíasn desaparecer y lo más espectacular cómo parecía que allí no pasaba nada y cómo los policiías iban con sus familias a la piscina de la finca a pasar el día con su familia.
De allí nos fuimos a comer algo y al museo de historia nacional. No interesaba más que las gafas de Allende y la última sala, el resto es historia colonial y bla, bla, bla.
De camino de vuelta asaltamos a unos músicos callejeros para que cantasen una de silvio rodriguez y cantarla con ellos.
De vuelta volvimos paseando por el Palacio de la Moneda y llegué al hostel .Estamos preparando una sesión de películas y vino. Tengo ahora en la mano la historia de Victor Jara y la del Che.
Mañana voy para Mendoza. allí me ha ofrecido alojamiento Javier, el politólogo de la Autónoma que conocí aquí.
Un abrazo a todos
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