miércoles, 30 de septiembre de 2009

TRVESIA POR EL UCAYALI-AMAZONAS





































Ya por fin estoy en Iquitos.La travesía desde Pucallpa a Iquitos discurre por el Ucayali y el último tramo de la misma ya es por el río Amazonas. El Amazonas se forma de la unión del Ucayali y el Marañón que se unen unas horas antes de llegar a Iquitos.

Salimos el Sábado a las 7 de la mañana. La noche anterior después de tomar unas cervezas en casa del arquitecto amigo ya nos fuimos a dormir al barco. Obviamente ya tenía que salir el sábado por la mañana porque el domingo no pueden salir y ya eran demasiados días con la carga en el barco.

Los "privilegiados" ibamos en camarote (40 €), mientras que un espacio abajo para tender la hamaca son 20 €. Abajo cada vez estaban más y más hacinados. He sacado muchas fotos pero las fotografías no son capaces de mostrar esa realidad: ruido, olor, calor etc...

Incluso los camarotes dejaban bastante que desear. Nada más llegar ya tuve que batallar para que me pusiesen ventilador y para que limpiasen el camarote. El mozo preguntaba: "desea que le limpie el piso?", y yo respondía, ¿tu que crees, que me gusta vivir en la mierda o prefiero algo limpio?. El muchacho les decía a los otros peruanos que no me entendía cuando le hablaba, pero luego nos hicimos muy amigos. Le llaman "sonrisas".

Nosotros hicimos nuestro grupo fuerte en la parte de arriba: el palestino y su esposa la holandesa, un chico peruano que había servido en el ejercito y yo. Luego había un chivolo (chaval en peruano) que se acercaba a nosotros. Arriba sacabamos los colchones y nos tumbabamos al sol a leer, ver el paisaje y charlar. A las 6.30 nos subían el desayuno, a las 12:00 el almuerzo y a las 18.00 h la cena. Al principio fue horrible. Siempre era lo mismo; arroz con una tajada de gallina y un trozo de platano asado más duro que una piedra. Era desquiciante.

Ya cuando nos empezaos a hacer fuertes nos hicimos amigos de la cocinera y ya empezamos a manejar el cotarro. Le dije que o variaba la dieta o que descuartizabamos al "Sonrisas" y nos lo comiamos con patatas. La cocinera se descojonaba. La cocinera es una loca (un tipo totalmente marica, marica, marica). Todas las cocineras de los barcos son así y en Iquitos me han dicho que hay muchísimas locas. Al final la loca estaba detrás nuestro porque eramos los que más la tomabamos el pelo.

Así fueron pasando los días a bordo del Henry 5. Cuando llegabamos a un puerto y había que descargar, preguntabamos cuanto tiempo estaríamos en el puerto, oscilaba entre 30 minutos y 1 hora, y saliamos cronómetro en mano a recorrer el pueblecito. Hay subían también al barco a vender productos. Compramos una sandía por 50 centimos de euro y nos la comimos entre todos. Tabién vendían tortugas gigantes de 40 kilogramos que subían al barco y las gente las compra para hacer sopas. Nosotros logicamente no compramos tortuga.

De lo más destacado del viaje ha sido la vista de los Gufeos (delfines de agua dulce), los hemos visto plomizos y los más espectácuares, los rosados. La leyenda dice que es el hombre blanco que se tranforma en gufeo y que secuestra a las campesinas, otra leyenda dice que no salen el las fotos y hay otro sin fin de leyendas.

Otro momento esperado era la llegada al Amazonas, pero se hizo totalmente de noche y no pudimos ver nada, pero conseguimos generar expectación y así se hacía más entretenida la travesía.

También subíamos a ver al piloto incluso me dejo pilotar un poco. La travesía es complicada porque en cuaquier momento el barco puede enacallar en esta época. Por eso en los tramos más complicados envían una lancha adelante con un tipo que va sondeando la profundidad con un palo. Aquí lo del sonar no ha llegado. Por eso el barco dicen que es tan bueno, porque casi nunca queda encallado y porque tampoco lo asaltan porque dicen que por la noche tiene seguridad, un tipo con un fusil que impide que los piratas se acerquen. Por eso es tan bueno, porque por el servicio imagino que no lo digan.

En términos de lectura ha sido tremendamente productivo el viaje. Terminé el libro de Galeano "las venas abiertas de latinoamerica". Me parece un libro excepcional para explicar las causas del subdesarrollo en America Latina. Luego empecé con Paolo Coelho; "La quinta montaña", me parece un bodrio de escritor, moralista y meapilas, va de divo con cuentecitos moralistas. A continuación leí "El coronel no tiene quien le escriba" De gabriel García García Marquez", muy bueno, nada que ver con en Coelho. Fuerte, directo y realista y con moraleja, pero no moralina. Gabo es mucho más entendible habiendo conocido sudamerica. Leí también "El Alquimista", también de Coelho, y algo mejor que el anterior, pero no es mi favorito. Creí que sería más de aventuras, del estilo de Albero Vazquez Figueroa, pero me resulta mucho más intereante qe Coelho. Y por fin estoy casi acabando el de Mario Vargas Llosa de " La ciudad y los perros". Le estoy cogiendo el gusto al libro, aunque no creo que Vargas Llosa me acabe convenciendo.

Así pasabamos el día los gringuitos del camarote. Eso no quita para que en el barco hubiese timbas, puterio, las locas y demás. La película de "diarios de motocicleta" lo refleja perfectamente bien a excepción de que todo es mucho menos lujoso que la película. Ahora se han juntado los ambientes que se ven en la película y las clase más bajas también viajan en el barco, no como en la película que viaja en una lancha remolcada y los camarotes para los pudientes son menos lujosos . Ahora los pudientes viajan en avión y obviamente no toman el Henry.

Al fin hemos llegado el Miercoles por la mañana después de 4 días al puerto de Iquitos, donde sólo se llega por barco o avión, pero no por carretera. Aquí espero estar 5 o 6 días para tomar otro barco por el Amazonas que me lleva hasta Letizia, frontera de Colombia, Brasil y Pérú.

Un abrazo a todos.

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